miércoles, 1 de junio de 2016

Jalapa destaca por sus leyendas de todo tipo, pero en especial las animistas, de espantos, aparecidos y ánimas en pena. Son abundantes en todo el departamento, pero sobre todo en aldeas y caseríos de Mataquescuintla, Monjas y San Manuel Chaparrón.En sus leyendas figuran personajes como la Llorona, la Siguanaba, la Tatuana, el Cadejo y, en particular, "Los fuegos mágicos", que en los caminos se les aparecen a los campesinos y que son portadores de riquezas, así como "Las ánimas benditas habladoras", que habitan en los cruces de caminos y cuidan de los viajeros.Una variante del Sombrerón, aparece en San Pedro Pinula, con el nombre de Sisimit, de ascendencia indígena, que además del gran sombrero, tiene los pies al revés; se alimenta de ceniza y se rumora que "es hijo de la Llorona con el Diablo". En sus manos lleva una insignia de cofradía que se repite en otro personaje igual que lleva en sus manos, luego en otro y así varias veces hasta perderse en el infinito.Entre las leyendas históricas sobresale la leyenda del Señor de Jalapa, quien heredó todas las tierras del Rey, don Carlos V, junto con la Virgen de la O; ambos patrones de Jalapa.
Cuenta la historia que el soberano no quiso dejarles "esas extensiones de ganado y tierras a hombres que siempre estarían peleando por ellas", y por eso se las heredó a los patronos de Jalapa.En San Luis Jilotepeque y los pueblos de San Pedro Pinula, en "la cumbre" y en la montaña, aparecen personajes de leyenda como Juan Noj, el cuidador de los animales y de los árboles del pueblo, así como el Hun-Aphú, señor de la Montaña de Jalapa y de la Cumbre, que viven entre la bruma y cuidan que no se le haga daño a los animales, árboles y fuentes de agua.

                                                                                             

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